Las zonas históricas de Estambul fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1985, por sus importantes monumentos y restos históricos.
La mejor entrada a Estambul es por mar, como los románticos del XIX, aunque es sólo una opción si estás de crucero ya que lo más cómodo es llegar en avión. Pero si tienes oportunidad te adentrarás como primera toma de contacto con el puerto de nombre más rotundo y evocador del planeta: el Cuerno de Oro.
Otra maravilla es dar un paseo en barco al atardecer por el Bósforo, el estrecho que divide en dos partes la ciudad de Estambul, conectando al mar de Mármara con el mar Negro y separa físicamente Asia de Europa.
Una vez en plena ciudad histórica hay innumerables edificios, monumentos y lugares de interes como:
Iglesia de Santa Sofía también llamada Iglesia de la Divina Sabiduría y Hagia Sophia (Ayasofya Camii). En la actualidad es un museo. La Mezquita Azul. Palacio de Topkapi, en su entono se encuentran varios museos y monumentos relevantes. El Gran Bazar de Estambul, que parece una miniciudad dedicada al comercio de todo tipo de mercancías, el Bazar de las Especias o egipcio. La Columna de Constantino, el Cuerno de Oro, la Plaza de Taksim, y muchísimos sitios que no tienes que dejar de ir…
Los hoteles Yesil Ev, o el Barceló Eresin Topkapi están fenomenal, aunque el primero más céntrico y al lado de Santa Sofia.
Y en cuanto a restaurantes: Asitane, es uno de los mejores lugares para conocer parte del recetario otomano palaciego (unos 25 eur) Y Çigdem Pastanesi, para tomar té turco y pasteles como los ay corregí, con nueces y pasas.
Después de disfrutarla unos días, haber recorrido su mar, sus callejuelas y su explosión de arte romano, bizantino u otomano, puedes acabar el viaje de la mejor manera: yendo a visitar la Capadocia!
La Capadocia, es un lugar de los que se te graban en la retina y de esos que no puedes dejar de visitar en la vida. Llega en avión desde Estambul, y una vez allí lo ideal es recorrerla en globo, para observar sus incontables chimeneas llamadas de Hadas, así se conocen esas formaciones rocosas con un gorro puntiagudo. El paseo en globo cuesta unos 175 € pero vale la pena la experiencia de observar en silencio este paisaje tan peculiar resultado de la erosión del viento y del agua sobre unos materiales rocosos que fueron expulsados por los volcanes como el Erciyes y el Hasan.
Camufladas en el subsuelo existen varias ciudades de gran tamaño que permitían a los habitantes de Capadocia refugiarse ante las invasiones.
Y te preguntarás cómo podían respirar aire puro no? Resulta que el aire interior no está demasiado viciado gracias a los pozos de ventilación, pero menuda claustrofobia! Los complejos construidos eran de más de 60 metros de profundidad, y tenían establos, almacenes, salas de reunión, capillas, dormitorios y lo que más llama la atención, gigantescas puertas correderas hechas de piedra rodante que sólo se abren desde el interior. Es curioso cómo se la ingeniaban…
Hay diferentes hoteles allí mismo para disfrutar el paisaje como el Ahbap Konagi, un restaurante muy recomendable es el Ziggy’s , o el Dimrit que tiene grandes vistas.
yo les he regalado a mis padres una guía de turquía por navidad... a ver si cuela!!! tengo unas ganas terribles y más despues de este post!!!
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